1 de cada 7 adolescentes tiene problemas de salud mental. Esto se ha visto incrementado a raíz de la pandemia donde los jóvenes han padecido ansiedad o depresión.
¿Es importante ir al psicólogo?
La respuesta no es que sea importante, sino que es sano ir cuando lo necesitamos. ¿Y cómo detectamos esa necesidad? Nosotros creemos que desde el momento en que hay algo que te preocupa de manera constante.
¿Hay alguna forma de que los profesores ayuden a los jóvenes desde la escuela?
Lo cierto es que según Montserrat Dolz, psiquiatra, es aconsejable y necesario que los profesores tengan un conocimiento mínimo en los trastornos mentales, recibir alguna formación que ayude a tener el ojo entrenado en caso de que se observe un comportamiento extraño en algún alumno.
Los trastornos de ansiedad son los más comunes y habría que prestar especial atención a la expresión generalizada “estoy depre». Según la psiquiatra, cuando un joven dice eso, normalmente es porque tiene una preocupación puntual, que desaparecerá en unos días; el peligro está en si esa preocupación permanece. Es ahí donde el profesor, que acompaña al estudiante en parte de su desarrollo personal, debería detectar que algo ocurre.
Montserrat Dolz se alegra de que el estigma de la salud mental esté desapareciendo. Antes, ir al psicólogo se asociaba a loco, pero hoy, dado el ritmo vital en el que todos nos vemos envueltos, acudir a profesionales de la salud mental es un ejemplo de autoconocimiento que todos deberíamos probar, por estar bien con nosotros y con el mundo. Si te duele el brazo, vas al médico, si lo que te preocupa es tu “alma”, tus sensaciones, ve al psicólogo.
A raíz de la pandemia, sabemos que el suicidio es una de las mayores causas de muerte de los jóvenes, se refleja en la realidad de nuestras vidas. El miedo a salir a la calle por el toque de queda, darse cuenta de que oscurece, ver a la gente por la calle, clases con mascarilla o el efecto de la distancia social que ha supuesto pérdidas de amigos. Todo esto preocupa y hay que saber comentarlo con nuestros padres, tutores, profesores y, dado cada caso, profesionales de la salud.
Reconocer que necesitamos ayuda es un acto humano y positivo para el bien individual, ¿no te parece?
Pero también es cierto que ir al psicólogo es poco accesible económicamente para los jóvenes. La sanidad pública debería acoger la salud mental y propiciar el acceso de los jóvenes en materia de salud mental.
A continuación, te dejamos “Una mirada a la salud mental de los jóvenes”, con Montserrat Dolz.
¿Qué te parece?