Me llamo Álex Tersse, soy el encargado de la creación de contenido de esta empresa y hoy me permito la palabra porque la educación es un asunto que siempre me ha interesado y mi jefe me da libertad. Mis comentarios aparecerán en rojo, porque es el color con el que me identifico 😉
Somos víctimas del sistema educativo porque nos han educado para vivir en un mundo que ya no existe. Desde siempre nos han dicho que estudiemos mucho, que saquemos buenas notas y que obtengamos un título universitario porque una vez finalizada la etapa escolar, encontraríamos un empleo fijo con un salario estable. JÁ, me río de todo esto.
Se nos han limitado nuestras posibilidades, dejando el verdadero interés del estudiante a un lado porque lo que hay que hacer es lo que el sistema dice que hagamos. Esto supone un desaliento en nuestro aprendizaje, fomenta el conformismo y la obediencia y lo peor de todo, aniquila nuestra creatividad. Todos nacemos con extraordinarias fortalezas y cualidades y habilidades innatas. Justo antes de ingresar en el colegio, los niños arriesgan, improvisan, juegan y no tienen miedo a decir lo que piensan ni a equivocarse. Cometen errores y eso es una gran oportunidad, pues si no estamos dispuestos a cometerlos, no podemos avanzar ni innovar, ni hacer cosas diferentes a las establecidas. Estoy harto del convencionalismo, soy un artista, promotor de mostrar lo políticamente incorrecto, es la forma de que haya una transformación y la manera de que interese lo que estamos comunicando.
Pues eso, que seguimos los dictados de la sociedad, por un ruido que nos impide escuchar nuestra propia voz interior; adoptamos el comportamiento que los adultos consideran normal y aceptable.
Muchos chavales se quejan de que la escuela solo les enseña a obedecer en lugar de plantearles preguntas que les hagan reflexionar por sí mismos y se limitan a darles respuestas pensadas por otros, tratando de que los alumnos amolden su pensamiento y su comportamiento al canon determinado por el orden social establecido. Se evalúa a los estudiantes por su capacidad de memorizar y repetir en el examen final la definición dictada por el profesor. «En muchos casos, poner algo que han pensado por su cuenta baja la nota, como si tener ideas propias estuviera penalizado”. Así, el sistema nos cierra puertas y nos aleja de nuestras capacidades creativas innatas.
“Los adolescentes sienten que el colegio no les aporta nada útil para la vida y en la última década parecen estar adoptando conductas cada vez menos respetuosas y más violentas en clase. No demuestran ningún tipo de interés ni están motivados con aprender lo que los profesores tratan de enseñarles”
La nueva educación es un grito a la necesidad de actuar de maneras diferentes a las que se nos tiene acostumbrados, hay que reinventarse. Se trata de poner en práctica un despertar que nos permita dejar de vivir dormidos, trascendiendo los miedos y las limitaciones que nos mantienen esclavos.
Se trata de profundizar en quiénes somos y cuál es nuestro auténtico potencial como seres humanos. Cuestiona las creencias con las que has sido condicionado e incita al atrevimiento para escuchar tu voz interior, descubriendo tu talento, tu vocación y tu propósito y tomar decisiones guiadas por tu intuición y tus valores.
La educación necesita una transformación. En vez de estandarizar la educación, se tenderá a la personalización, para que así los chavales descubran por sí mismos sus dones y cualidades individuales, su pasión.
“La educación consciente contribuye a que las personas aprendan a ser felices, amorosas, auténticas, responsables, maduras, autosuficientes, íntegras, conscientes y libres. Les alienta a que desarrollen el potencial, la creatividad y el talento innatos que residen en su interior, encontrando la manera de aportar valor y crear riqueza para la sociedad.
La nueva educación tiene en cuenta las diez dimensiones más importantes del ser humano. Se trata de que los alumnos resuelvan por sí mismos sus propios problemas relacionados con estas 10 áreas y así poder evolucionar.
- Corporal
- Emocional
- Espiritual
- Artística
- Comunicativa
- Social
- Emprendedora
- Financiera
- Tecnológica
- Ecológica
La emancipación emocional y la dependencia son otros dos asuntos que hay que tener muy presentes. Desde pequeños, dependemos emocionalmente de nuestros padres, necesitamos su amor y su cariño y todos pasamos por una etapa así. Sin embargo, la sobreprotección puede obstaculizar nuestro desarrollo personal e impedir ser auténticos. Tanto es así, que la crisis de la adolescencia es un grito de angustia y confusión por sentirnos desorientados en el arte de vivir. «El arte de vivir», ¿no es maravilloso?
Tenemos que luchar contra el ser humano que se supone que tenemos que ser y el que somos en realidad.
“No hemos venido al mundo para cumplir y contentar las expectativas de nadie. Es nuestra propia vida la que está en juego”.
Cuando nos independizamos, empezamos a tomar decisiones vitales. Somos libres y vemos el mundo tal y como es y no como fuimos condicionados a verlo. “Nos convertimos en libre-pensadores, tenemos ideas propias que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida”.
“En vez de seguir condicionando y limitando la mente de la nuevas generaciones, algún día, los colegios harán algo revolucionario: simplemente educar. De forma natural, los niños se convertirán en jóvenes con autoestima y confianza en sí mismos. Y estos se volverán adultos conscientes, maduros y responsables, con una noción muy clara de quiénes son y cuál es su propósito en la vida”.
La educación consciente pretende implantar una pedagogía personalizada, haciendo que el estudiante descubra por sí mismo sus cualidades, su pasión.
La educación consciente busca acabar con lo que se viene llamando “educar” que no es otra cosa que “adoctrinar”, “condicionar”, “programar” o “civilizar”, es decir, imponer una forma de entender la vida e inculcar una manera de comportarse que mata la creatividad y mutila la confianza de los niños.
Esta es la propuesta de Borja Vilaseca y su educación consciente. Lo cierto es que me encanta, pero probablemente valga una millonada, probablemente sea una educación para unos pocos, para familias con mucho dinero porque implantar un proyecto así… ahora bien, si yo tuviera dinero y un hijo, no me lo pensaba.